lunes, 15 de noviembre de 2010

ÉXODO DE ARENA


Siempre regreso a la misma orilla
donde el mar cesa su majestad de fuego
labriego perdido, labrador de ausencia
soy solo arena, cualquier oleaje me destruye
me deja sin escamas, cualquier viento…
el recorrido de tu cuerpo,
fanal inquisidor de mi navío
soy solo arena, los espasmos de sal
el mar derruido de furia
todo lastima mi fútil geometría
que queda de las huellas en mi tacto,
gaviota de luz sin recorrido aéreo
soy solo arena esparcida en los desiertos
en la orilla de la espada, en la boca del fagot
tus pies descalzos en mi superficie antigua
el roce ultimo de tus manos rompiendo el
horizonte arado de mis labios sin forma
soy solo arena  incontable en tu desierto
en tus abismos de sed, en tu mar de saliva
siempre regreso a la misma orilla
a morir en la diagonal esfera de sequía
o en el sueño oculto de la lluvia
recorrí los siglos del barro, para ver
la arquitectura de tu enjambre
de tus ojos líquidos de estatua,
son arena; mis venas, mi cuerpo
mi sangre, mis huesos.
soy solo arena envuelta en el sudario de la luna
sin soles en las manos, ni rostros de espinas
el viento me esparce, me deshace
me hace emprender un ignorado viaje
sin rumbo de invierno ni brújula de vidrio a la deriva
cubro el pelambre de los lobos bajo el alba,
soy la niebla de polvo en las batallas
abrigo a los muertos en sus tumbas terrenales
soy alimento para los gusanos de la culpa
custodio al cadáver y me profano de sangre
seré tu lecho de muerte, y beberé tus labios,
y entonces serás ceniza, serás arena infinita
esparcida en los desiertos,
en la orilla de la espada, en la boca del fagot.
cualquier oleaje te destruirá
te dejara sin escamas, cualquier viento…
serás solo arena, los espasmos de sal
el mar derruido de furia
todo lastimara tu fútil geometría
cuervo de la noche en recorrido aéreo
serás la superficie de unos pies descalzos
y el roce ultimo de algunas manos romperán el
horizonte arado de tus labios sin forma
en los abismos de sed, en el mar de saliva
regresaras siempre a la misma orilla
y el viento de la noche te esparcirá
por el alba y el poniente para morir bajo el diluvio
en la diagonal esfera de sequía
o en el sueño oculto de la lluvia
recorrerás los siglos del barro
serás solo arena envuelta en el sudario de la luna
sin soles en las manos, ni rostros de espinas
cubrirás  el pelambre de los lobos bajo el alba
serás la niebla de polvo en las batallas
abrigaras a los muertos en sus tumbas terrenales
serás alimento para los gusanos de la culpa
custodiaras al cadáver y te profanaras de sangre
serás mi lecho de muerte, y beberás mis labios,
y entonces, y al final, seremos solo arena,
arena indescifrable, arena muerta. 
Juntos los dos, sin tacto, sin profundidades.



No hay comentarios:

Publicar un comentario